viernes, 29 de marzo de 2013

CAPÍTULO 5.



5 1Jerusalén, despójate del vestido
de luto y aflicción
y vístete para siempre
las galas de la gloria que Dios te da,
2envuélvete en el manto de la justicia de Dios
y ponte en la cabeza la diadema
de la gloria del Eterno;
3porque Dios mostrará tu esplendor
a cuantos viven bajo el cielo.
4Dios te dará un nombre para siempre:
«Paz en la Justicia, Gloria en la Piedad».
5Ponte en pie, Jerusalén, sube a la altura,
mira hacia oriente y contempla a tus hijos,
reunidos de oriente y occidente
a la voz del Santo,
gozosos invocando a Dios.
6A pie se marcharon, conducidos por el enemigo,
pero Dios te los traerá con gloria
como llevados en carroza real.
7Dios ha mandado abajarse
a los montes elevados
y a las colinas perpetuas,
ha mandado llenarse a los barrancos
hasta allanar el suelo,
para que Israel camine con seguridad
guiado por la gloria de Dios;
8ha mandado al boscaje
y a los árboles aromáticos
hacer sombra a Israel.
9Porque Dios guiará a Israel
con alegría a la luz de su gloria,
con su justicia y su misericordia.

5,1 Cambiar el vestido simboliza el comienzo de la liberación: Jdt 10,3; Is 52,1. 

5,2 Dios comunica su justicia a Jerusalén: la ha defendido y la restablece en sus derechos.

5,4 La imposición o cambio de nombre es tradicional: Is 1,26; 60,14.18; 62,4.12. El nuevo título juega con el nombre yeru-shalem / shalom y el componente del nombre de sus reyes -sedeq : Paz en la Justicia. El griego theosebeia responde al hebreo "temor / respeto de Dios", sentido religioso. El nombre sintetiza un destino: la ciudad respetará a Dios, y ésa será su gloria; promoverá la justicia, y de ahí brotará la paz. 

5,5 Estaba tendida por el dolor; se levanta para salir de su ensimismamiento y mirar desde la altura. 

5,6 El retorno glorioso transfigura el camino, como en Is 40; 55,12. 

5,7 La gloria de Dios sustituye a la nube y la hoguera del éxodo: Is 40,3s; 35,2.

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